HISTORIA A CORUÑA
de Galicia, los Romanos también estuvieron en estas tierras. Se sabe que el propio Julio Cesar
llega estuvo en la antigua Brigantium. De esta estancia aún queda en pie el monumento símbol
o de la
ciudad: la Torre de Hércules, el único faro romano que continúa en funcionamiento.
El paso de los árabes en el Siglo VIII fue efímero gracias a la resistencia opuesta por los pobladores de estas tierras. Durante el Siglo IX sufrió los ataques de los piratas normandos.
En la Edad Media el núcleo de población se asienta en la Ciudad Vieja, trasladando la población desde El Burgo. En estos años, la riqueza de la ciudad ya venía dada por el comercio marítimo debido sobre todo a varios privilegios otorgados por Alfonso X El Sabio, entre ellos el hecho de que la sal puede ser desembarcada y vendida sin ningún impuesto. En 1446 recibe el título de ciudad, continuando un aumento de la actividad comercial, especialmente, con Inglaterra.
En la época de Carlos I se instala la Casa de Contratación de Especias por lo que era imprescindible resguardar a la ciudad de cualquier ataque por mar. Con las piedras de la antigua muralla de la ciudad se comenzó a construir el Castillo de San Antón. Este mismo Rey Carlos I celebró las cortes en la ciudad antes de partir para Alemanía donde sería coronado emperador.
En 1588 recaló en el puerto de A Coruña la Armada Invencible antes del desastre del Canal de la Mancha. Un año después, el pirata Drake, al servicio de la reina Isabel de Inglaterra, atacó la ciudad. En la defensa de la ciudad, el Castillo de San Antón y el pueblo coruñés con la heroína María Pita, rechazaron al invasor.
En los siglos XVII y XVIII, los continuas guerras de la monarquía española implican un aumento de los impuestos y el reclutamiento de la población, que sufre así un proceso de recesión.
A finales del XVIII se asientan en A Coruña, como en otras poblaciones gallegas, los empresarios catalanes que traen una modernización en la industria naval y pesquera. La apertura de nuevas líneas marítimas para comerciar con América ayuda también a que la ciudad vuelva a ser un punto de referencia del comercio marítimo.
Durante la Invasión Francesa, A Coruña fue la única ciudad que opuso resistencia. De entre todos los enfrentamientos destaca la Batalla de Elviña, el 16 de Enero de 1809, primer enfrentamiento entre los franceses y los ingleses en suelo español. En ella, perecería el General Sir John Moore, cuyos restos se encuentran en el Jardín de San Carlos. A finales de Mayo de 1809, los franceses abandonaron Galicia.
Las continuas guerras del S XIX, entre las que destaca el asedio de la ciudad por los 'Cien mil hijos de San Luis', llevaron de nuevo a un bajón en las actividades comerciales.
A finales de este siglo, con el auge de la actividad económica que tiene lugar en todo el país, se comienzan a instalar en la ciudad nuevas industrias y bancos. Este tejido industrial contribuyó a la creación de sindicatos, siendo una de los focos de sindicalismo más importantes de España, gracias al cual se consiguieron varios logros.
A principios del S XX se construyen las primeras muestras de la arquitectura tan típica en la zona centro de la ciudad. Después de la Guerra Civil, la ciudad experimentó un fuerte crecimiento surgiendo los barrios periféricos que hoy forman la ciudad.
Durante este último siglo, A Coruña ha sabido renovarse manteniendo sus encantos. Este gran trabajo realizado y el cariño de los coruñeses por su ciudad la han convertido en una referencia para otras muchas poblaciones marítimas. En los últimos años, ha tenido un aumento espectacular del turismo. La Torre de Hércules, sus jardines, sus museos, el impresionante Paseo Marítimo y la amabilidad de sus gentes con el turista tiene mucha culpa
El paso de los árabes en el Siglo VIII fue efímero gracias a la resistencia opuesta por los pobladores de estas tierras. Durante el Siglo IX sufrió los ataques de los piratas normandos.
En la Edad Media el núcleo de población se asienta en la Ciudad Vieja, trasladando la población desde El Burgo. En estos años, la riqueza de la ciudad ya venía dada por el comercio marítimo debido sobre todo a varios privilegios otorgados por Alfonso X El Sabio, entre ellos el hecho de que la sal puede ser desembarcada y vendida sin ningún impuesto. En 1446 recibe el título de ciudad, continuando un aumento de la actividad comercial, especialmente, con Inglaterra.
En la época de Carlos I se instala la Casa de Contratación de Especias por lo que era imprescindible resguardar a la ciudad de cualquier ataque por mar. Con las piedras de la antigua muralla de la ciudad se comenzó a construir el Castillo de San Antón. Este mismo Rey Carlos I celebró las cortes en la ciudad antes de partir para Alemanía donde sería coronado emperador.
En 1588 recaló en el puerto de A Coruña la Armada Invencible antes del desastre del Canal de la Mancha. Un año después, el pirata Drake, al servicio de la reina Isabel de Inglaterra, atacó la ciudad. En la defensa de la ciudad, el Castillo de San Antón y el pueblo coruñés con la heroína María Pita, rechazaron al invasor.
En los siglos XVII y XVIII, los continuas guerras de la monarquía española implican un aumento de los impuestos y el reclutamiento de la población, que sufre así un proceso de recesión.
A finales del XVIII se asientan en A Coruña, como en otras poblaciones gallegas, los empresarios catalanes que traen una modernización en la industria naval y pesquera. La apertura de nuevas líneas marítimas para comerciar con América ayuda también a que la ciudad vuelva a ser un punto de referencia del comercio marítimo.
Durante la Invasión Francesa, A Coruña fue la única ciudad que opuso resistencia. De entre todos los enfrentamientos destaca la Batalla de Elviña, el 16 de Enero de 1809, primer enfrentamiento entre los franceses y los ingleses en suelo español. En ella, perecería el General Sir John Moore, cuyos restos se encuentran en el Jardín de San Carlos. A finales de Mayo de 1809, los franceses abandonaron Galicia.
Las continuas guerras del S XIX, entre las que destaca el asedio de la ciudad por los 'Cien mil hijos de San Luis', llevaron de nuevo a un bajón en las actividades comerciales.
A finales de este siglo, con el auge de la actividad económica que tiene lugar en todo el país, se comienzan a instalar en la ciudad nuevas industrias y bancos. Este tejido industrial contribuyó a la creación de sindicatos, siendo una de los focos de sindicalismo más importantes de España, gracias al cual se consiguieron varios logros.
A principios del S XX se construyen las primeras muestras de la arquitectura tan típica en la zona centro de la ciudad. Después de la Guerra Civil, la ciudad experimentó un fuerte crecimiento surgiendo los barrios periféricos que hoy forman la ciudad.
Durante este último siglo, A Coruña ha sabido renovarse manteniendo sus encantos. Este gran trabajo realizado y el cariño de los coruñeses por su ciudad la han convertido en una referencia para otras muchas poblaciones marítimas. En los últimos años, ha tenido un aumento espectacular del turismo. La Torre de Hércules, sus jardines, sus museos, el impresionante Paseo Marítimo y la amabilidad de sus gentes con el turista tiene mucha culpa
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